La leyenda de las brujas de la Laguna se
ha trasmitido de generación en generación a lo largo de los siglos, ha sido
contada por los más ancianos del lugar, y ha perdurado hasta nuestros días...Es
la leyenda de las brujas de la Laguna.
La
historia transcurre en La Gomera, una pequeña isla, abrupta y montañosa, y con
profundos bosques... una isla que emana misterio, y que guarda un secreto a
voces. Hace muchos años atrás, en la isla no existían aún las carreteras ni
ningún tipo de comunicación entre los pueblos, y las gentes vivían del campo y
de la pesca. Cada semana un pescador llevaba los mejores pescados al campo para
cambiarlos por las mejores carnes, o viceversa. Sin embargo, no era sencillo,
pues los pueblos quedaban distanciados entre si, y para hacer el trueque había
que atravesar el bosque. La gente siempre había temido el bosque, por la
siniestra niebla que lo envolvía, que se deslizaba silbando entre los árboles,
por su inquietante profundidad, por los sonidos que allí se escuchaban. Más de
una vez la gente tenía que pasar de noche por aquellos parajes para llegar
temprano por la mañana a su destino, y esto les inquietaba.
Se
cuenta que una noche un campesino, montado a lomos de su burro, atravesaba el
bosque. Estaba todo oscuro, hacía mucho frío y las ramas de los árboles
golpeaban constantemente contra el hombre. De pronto el burro comenzó a
rebuznar y a correr inquieto, y acabó por tirar al suelo a su amo. El
campesino, asustado, corrió por el bosque sin parar, tratando de encontrar al
animal, hasta que vio un resplandor entre los árboles, y oyó unas voces, como
cánticos, a lo lejos....
Se
acercó hasta que la luz era cada vez más fuerte y podía escuchar perfectamente
voces de mujeres que cantaban, reían y hablaban de manera extraña. Escondido
entre las ramas pudo contemplar como en un gran claro del bosque numerosas
mujeres mayores, vestidas con túnicas negras y pintadas de manera extraña,
corrían alrededor de una gran fogata, levantando y bajando las manos, gritando,
cantando extraños ritos satánicos.
Eran
brujas en un aquelarre!! De pronto oyó un rebuznar y vio como una de ellas
decapitaba a su burro... La mujer clavó la cabeza del animal en un palo y danzó
alrededor del fuego con ella, pasando el palo a las demás, mientras la sangre
se deslizaba por el palo, y era absorbida por las hambrientas bocas de las
brujas. Finalmente la lanzaron a las llamas y al instante el fuego desapareció
absorbido por la tierra. Las brujas se sentaron en doce piedras, dispuestas en
círculo alrededor de una piedra central, la de la bruja mayor. El campesino
estaba hipnotizado observando el ritual cuando una mano se posó en su espalda.
Se giró y vio como una de las bruja le echaba el aliento a la cara. El lo
inspiró y sintió como una extraña niebla se metía en su interior, mientras la
bruja le decía: “Todo aquel que conoce nuestro secreto, ha de morir”. Asustado
echó a correr bosque abajo, y no paró hasta llegar al pueblo.
Una
vez allí, cayó al suelo desplomado por el esfuerzo. Los vecinos acudieron a
socorrerle, y lo metieron en la cama, mientras el hombre no dejaba de hablar de
lo que había visto. Pasadas unas horas el campesino murió.
A
partir de entonces las gentes intentaban evitar pasar por el bosque, y cuando
tenían que hacerlo siempre llevaban una hoja de laurel para evitar que se
aparecieran las brujas. Hay muchas más historias sobre personas que han visto
cosas extrañas en el bosque, y muchísimas son reales.
El
bosque de la leyenda aún existe, y el claro donde antiguamente (y quien sabe si
aún hoy en día) danzaban las brujas, llamado la “Laguna Grande”, también. En el
se pueden ver las 13 piedras y una curiosa coincidencia: todo el suelo del
bosque está lleno de hierba, excepto el círculo de piedras donde se dice que
bailaban las brujas.
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