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Leyendas europeas
Las ménades de las orgías dionisiacas en la mitología griega, se arrojaban con los ojos dilatados a los brazos de los hombres que adoraban a este dios, o bien "con los ojos de fuego", caían entre los hombres para despedazarlos y comérselos. El vino de las bacanales frecuentemente era adulterado con jugo de belladona. Otra creencia de la época clásica sostenía que los sacerdotes romanos bebían belladona antes de hacer las súplicas de victoria a la diosa de la guerra.
De acuerdo con algunas tradiciones orales que se conservan en tierras europeas, el espíritu que habita dentro de la planta de belladona sólo sale una noche al año: la noche de Walpurias, cuando se prepara para celebrar el Sabbath con las brujas. En tierras célticas hay una superstición que vincula a la belladona con una hechicera encantadora a la que es peligroso mirar, aunque una versión más generalizada sugiere que cierta secta de sacerdotes tomaba una infusión de belladona para honrar e invocar la ayuda de Bellona, diosa de la guerra.
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La verdadera historia de las escobas voladoras
Dentro de la denominada botánica oculta se supone que tiene propiedades muy semejantes al beleño y es otra de las varias plantas que entran en la composición de la pomada de las brujas. "Sus hojas secas y trituradas mezcladas con azafrán y alcanfor constituyen un perfume mágico para ahuyentar las larvas del astral."
Según afirman Shultes y Hofmann en Plantas de los Dioses fue durante la Edad Media cuando en Europa la belladona asumió el papel más importante en la brujería y en la magia. Era uno de los principales ingredientes de las pócimas y ungüentos empleados por brujos y magos. Había una mezcla muy potente que contenía belladona, beleño, mandrágora y grasa de recién nacido, que se frotaba sobre la piel o se insertaba en la vagina para ser absorbida. La famosa escoba de las brujas, es una de las creencias mágicas europeas más viejas. En una investigación por sospecha de brujería llevada a cabo en 1.324 se informó que "al revisar el desván de la dama, se encontró un tubo de ungüento, con el cual se engrasaba un bastón, sobre éste podía deambular y galopar a través de todos los obstáculos donde y como ella quisiera". El vulgo cree, y las brujas confiesan, que en ciertos días y noches untan un palo y lo montan para llegar a un lugar determinado, o bien se untan ellas mismas bajo los brazos, y en otros lugares donde crece vello, y a veces llevan amuletos entre el cabello. |
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Envenenamientos célebres con belladona
Se supone que la belladona fue empleada para envenenar a las tropas de Marco Antonio durante la guerra de Esparta, según la descripción que Plutarco hizo sobre los extraños efectos que siguen a su uso. Con la misma planta fue envenenado Claudio, el emperador romano.
Buchanans en su Historia de Escocia, publicada en 1.582, relata que cuando Duncan I era rey de Escocia, los soldados de Macbeth invadieron a los daneses envenenando a todo su ejercito con un licor mezclado con belladona que les dieron a beber durante una tregua. Y según Brau, una enfermera llamada María Jeaunueret, fue condenada en Suiza a veinte años de trabajos forzados por haber envenenado con belladona a nueve personas, de las cuales murieron seis.
1 comentarios:
JEJE Me ha gustado esa planta haver si sigues poniendo mas que son chulisimas jejeje
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