El verano pasado también estuve en Castellar de la Frontera Cadiz, sus calles son preciosas y se respira un aroma floral mágico. En pleno Parque Natural Los Alcornocales se encuentra el Castillo de Castellar. Es un lugar que invita a pasar tardes de tranquilidad, dentro de cuyas murallas hay casitas blancas rodeadas de flores y calles estrechas. El acceso es libre.
La historia de Castellar de la Frontera es un tanto particular. Se
puede hablar de dos etapas: la primera, cargada de anécdotas históricas, se localiza en el Pueblo Viejo de Castellar de la Frontera. La segunda es más reciente y se remonta treinta años atrás, fecha en la que la mayoría de los habitantes del viejo pueblo dejaron sus casas para trasladarse al nuevo. Así, en 1971 nació el Nuevo Pueblo de Castellar, y con él una nueva parte en la historia.
Este cambio supuso para los vecinos de Castellar mejores condiciones de vida, ya que la imposibilidad de crecimiento del pueblo viejo y la dificultad orográfica del terreno donde estaba situado impedían un progreso social adecuado, a lo que había que añadir las carencias de medios higiénicos de las viviendas.
Es un lugar idóneo para la fotografía, una de mis aficiones, con lo que os dejo estas imágenes que hice del entorno, incluyendo
una macro fotografía que me encanta, de flores en una calle, que por cierto, fue algo complicado hacerla, debido principalmente a una lucha intensiva con tres avispas que querían jugar un poco conmigo, por poco me cuesta la nariz hinchada por tomar la foto, pero gracias a Dios que quisieron que la realizara.
Espero que os guste chicos, asta otra...
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