La angélica o “hierba de los ángeles” tiene un pasado místico. Los campesinos europeos la usaban como planta mágica para proteger a sus hijos de enfermedades y brujería. De hecho algunas mujeres fueron acusadas de ser brujas por tener angélica en sus alacenas. En Asia se le llegó a considerar como un remedio para todos los problemas ginecológicos. Los doctores chinos e indios aún la prescriben para problemas menstruales, artritis, resfriados y dolor abdominal.
La raíz de angélica fresca es venenosa pero al secarla se le quita. Otro peligro de la angélica es que es facil confundirla con la cicuta que es una planta extremadamente venenosa.
Usos mágicos en general: Planta del Elemento Fuego, con poderes de exorcismo, protección, curación y visiones. Se utiliza en todos los inciensos de protección y exorcismo. Esparza la planta por las cuatro esquinas de la casa o por todo el perímetro de la misma para ahuyentar el mal. Añadida al baño, elimina cualquier maldición, embrujo o hechizo que hayan podido lanzar en tu contra. También se usa en inciensos curativos y mezclas, y se dice que fumar sus hojas produce visiones.
Para algunas tribus indias americanas, la raíz se lleva en el bolsillo como talismán de juego.
En Europa se creía que protegía de las brujas y los malos espíritus, y las tribus indígenas de América también le atribuían cualidades protectoras y curativas.
Aunque las partes más utilizadas son las raíces y las semillas o frutos, también se usan las hojas y los tallos con fines similares. La esencia floral de Angélica se elabora solamente desde hace unas décadas, antiguamente no se utilizaban las flores con fines curativos. Toda la planta es muy aromática, despidiendo un olor dulce muy característico.
Con el aceite esencial de angélica se aromatizan vinos, ginebra y licores (Chartreuse, Bénédictine), y también forma parte de la conocida Agua del Carmen (un cúralo-todo muy apreciado en el siglo pasado), junto con la Melissa officinalis.
La variedad silvestre (Angelica sylvestris) que crece espontánea en nuestras montañas, especialmente en lugares húmedos cerca de ríos, se puede utilizar con los mismos fines que la A. archangelica, pero su efectividad es inferior. Florece más tarde, entre julio y Septiembre.
En la medicina china, la Angelica sinensis o “Dong quai” es probablemente el tónico más importante junto con el Ginseng, y también reconstituyente de la sangre. El ginseng se recomienda especialmente para los hombres, y la angélica para las mujeres. Los emperadores chinos la usaban como elixir de juventud.
Se le han atribuido tal cantidad de cualidades, que necesitaríamos varias páginas para enumerarlas todas, así que me limitaré a mencionar las que más coinciden y destacan en las diversas tradiciones:
-Estimula la circulación. Se considera un tratamiento específico para la enfermedad de Buerger, en la que se estrechan las arterias de las manos y los pies.
-Tiene propiedades antibióticas, antibacterianas, antivíricas y fungicidas. Para las enfermedades contagiosas.
-Expectorante. Para la gripe, el asma y la bronquitis.
-Digestiva: Estimula las secreciones gástricas del estómago; para la úlcera de estómago; antiespasmódica; carminativa (para eliminar flatulencias o gases).
-Diurética. Para las infecciones urinarias.
-Tónico, calmante y reconstituyente del sistema nervioso. También la recomiendan para la anorexia nerviosa.
-Ginecología: Alivia los problemas menstruales; para después del parto; para la menopausia.
-Antiinflamatoria. En uso externo: Para dolores reumáticos, artritis, neuralgia.
-Estudios recientes sugieren que la angélica puede contribuir a impedir la metástasis cancerosa.
Algunos pueblos del norte de Europa la consumen como una verdura más (se parece un poco al apio). La angélica confitada se preparaba antiguamente como pastillas terapéuticas contra la tos, y todavía hoy se utiliza en repostería.
Homeopatía: se prescribe para ayudar a los alcohólicos a dejar la bebida. En infusión también se ha utilizado con este fin.
Aromaterapia: el aceite esencial de angélica se considera calmante y se pueden añadir unas gotas al agua del baño para relajarse.
Usos en la magia germano-nórdica: La angélica es tradicionalmente una hierba de limpieza y protección. Se cree que guarda e incluso cura de la peste. La planta fue muy importante antiguamente en el paganismo Letón. Se cosecha a principios de verano, y esta época es marcada por una canción ritual que, desafortunadamente, se ha vuelto ininteligible quizá por la corrupción o por su propia antigüedad -aunque todavía se aprende y canta en la actualidad como una canción infantil. El Cristianismo la asocia con el Arcángel Miguel. Es muy común entre los cristianos sustituir por el término “ángel” otras palabras Heathen como “valkyria”, “fylgia” o “dis”. La mención de Miguel puede mostrarnos que esta planta fue originalmente relacionada con Heimdallr, el más brillante de los Æsir. Todas las partes de la angélica son consideradas efectivas contra cualquier tipo de magia de ataque. La angélica se usa para llegar a los más altos Mundos de Yggdrassil, y está asociada con la runa elhaz y el fuego purificador de Bifröst.
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