Nacido en Sudamérica, a los 15 años su familia emigra a Europa en busca de nuevas oportunidades. Sus continuos viajes, a veces solo y a veces con su mujer Marleen, van formando la personalidad del artista, que la va reflejando en forma de cuadros y esculturas.
Después de varios años de vivir así, Bruno y su familia deciden irse a Australia para crear un jardín con sus esculturas que sea a la vez una atracción permanente. Tras encontrar el sitio ideal en la pequeña aldea, en cinco meses consigue abrir el parque al público.
Bruno comenzó con apenas 15 esculturas y a día de hoy se pueden encontrar más de 150 y continúa añadiendo algunas cada cierto tiempo. Se ha quedado a vivir allí con su familia en ese espacio de selva tropical que él compró para poder vivir también con sus obras.
La imaginación de este artista no tiene fronteras, aunque ya se sabe que la imaginación es el arma principal de todo artista. Debo de decir que me gustaría visitar este bosque, debe ser tan mágico rodeado de tanto arte que dejaria jugar mi imaginación con el entorno y me transportaria a otros tiempos y espacios, espero que os guste igualmente a vosotros, queridos visitantes...
Para ver más imágenes de esculturas aquí y aquí.
1 comentarios:
Increible las manos de este hombre, como me encantaria ir a verlo, si no fuera por lo lejos que es, jeje
Publicar un comentario