Un componente de muchos ungüentos de las brujas era también la planta sumamente venenosa llamada napelo o acónito (Aconitus napellus). Contiene el alcaloide aconitina, uno de los venenos más potentes del reino vegetal, que está muy concentrado en el tubérculo.
En la Edad Media se plantaba el napelo en los huertos de los monasterios.
Según el filósofo y teólogo Alberto Magno (1193-1280), esta hierba va bien contra la lepra. El médico y alquimista Paracelso (1493/1494-1541) la empleaba como laxante.
Hoy en día, el napelo se emplea en homeopatía, con su nombre latino Aconitus, sobre todo para tratar trastornos psíquico-mentales como angustias y fobias.
Este género de plantas perennes herbáceas es nativo de zonas montañosas del hemisferio norte. Sus hojas verde oscuras tienen estípulas; son palmeadas o palmeadas lobuladas con 5 a 7 segmentos. Cada segmento siguiente es trilobulado con bordes aserrados. Las hojas se disponen en espiral o alternadas, las inferiores son largamente pecioladas.
Son plantas ornamentales, los tallos son erectos, altos, coronados por racimos de largas flores zigomorfas azules, púrpuras, blancas, amarillas o rosas, con numerosos estambres. Se distinguen por tener uno de los cinco sépalos (el posterior), llamado galea, en forma de yelmo cilíndrico. Tiene 2 a 10 pétalos, en forma de nectarios. La mitología griega cuenta que el acónito fue traído desde los infiernos por Cerbero, el perro de tres cabezas guardian de los Infiernos. Teofrasto comentaba que los tiranos hacían uso del acónito "para despachar a cuantos les placía". Uso común era embeber las puntas de las flechas para hacerlas más letales. La raiz es un veneno muy peligroso.
Fue muy utilizada por brujos y druidas ( mezclada con azafrán, áloes y ruda) en fumigaciones para alejar a los malos espíritus.
Se le atribuía también la virtud de hacer renacer el pelo.
Como medicamento homeopático: fue ensayado por primera vez por Hahnemann en 1805 y luego ampliado su uso con éxito en fiebres y trastornos de aparición brusca, con dolores agudos que provocan ansiedad e inquietud muy marcados, incluso sueño agitado.
Probadamente eficaz en situaciones de shock emocional por susto, en ataques de pánico con gran agitación, y en embarazadas con temor a morir en el parto.
1 comentarios:
Ante todo me encanta tu blog, es muy magico, por cierto, me encanta esta planta ya que sus flores parecen alas de hadas, te sigo a menudo y cada día me gusta más el blog y el enfoque que le das, gracias
Publicar un comentario