Según el pensamiento mágico, todas las cosas han sido formadas a partir de estos cuatro elementos. Nuestro conocimiento científico actual que afirma que hay muchos más «bloques constructivos», está en desacuerdo con esta afirmación, pero no es más que una versión más refinada.
Resulta necio ver los cuatro elementos en términos puramente físicos. La Tierra, por ejemplo, no sólo se refiere al planeta en el que existimos, sino también al fenómeno de la terrosidad, de apoyo y estabilidad. Similarmente, el Fuego es mucho más que la llama.
Aunque hay muchos atributos de estos elementos que están fuera de lugar en este capítulo, son necesarias unas palabras sobre cada uno de ellos y por qué son importantes en las tareas de magia.
Puesto que esta es la magia de la Naturaleza, al usar poderes, instrumentos y símbolos naturales, es importante comprender estos poderes. Uno de los caminos por los que se puede conseguir esto es a través del estudio de los elementos.
El sistema de elementos fue ideado y refinado en el Renacimiento, pero sus raíces se extienden mucho más atrás en la historia. Se puede ver como nada más que un sistema de poderes que pueden ser invocados para ayudar en los hechizos y rituales. Cómo lo veas tú es cuestión tuya. Las siguientes discusiones tratan del simbolismo y de los tipos de magia relacionados con los elementos. Toda la magia de todo lo que existe está bajo el gobierno de uno (o más) de estos elemento.
La comprensión de ellos ayudará inmensamente a tus tareas mágicas. Aunque los elementos están descritos como « masculinos o «femeninos», esto no se debe ver de un modo sexista. Esto, como todos los sistemas mágicos, es simbólico -describe los atributos básicos de los elementos en términos fácilmente comprensibles-. No quiere decir que sea más masculina el realizar magia del fuego, o más apropiado para mujeres el usar magia del agua. Es simplemente un sistema de símbolos.
TIERRA
Este es el elemento con el que estamos más cercanos al hogar, puesto que es nuestro hogar. La Tierra no representa necesariamente la Tierra física, sino esa parte de ella que es estable, sólida, segura.
La Tierra es el fundamento de los elementos, la base. Es en este dominio en el que vivimos la mayoría de nosotros una buena parte de nuestras vidas. Cuando andamos, nos sentamos, nos levantamos, nos arrastramos, comemos, dormimos, hacemos nuestros trabajos, cuidamos nuestras plantas, examinamos nuestros libros de cheques o probamos sal estamos trabajando con el elemento Tierra.
La Tierra es el reino de la abundancia, prosperidad y riqueza. Aunque es el elemento más físico esto no es negativo, porque los otros tres se apoyan sobre la Tierra. Sin la Tierra, la ida como la conocemos no existiría.
En las tareas mágicas, la Tierra «regula» todos los hechizos y rituales que involucran negocios, dinero, empleo, prosperidad en todas sus formas, estabilidad, fertilidad, etcétera. Un ritual de este elemento podría ser enterrar un objeto representativo de tu necesidad en una parcela virgen de tierra, caminar a través de millas de campo visualizando tu necesidad, o dibujar imágenes en el barro.
La Tierra es un elemento femenino. Es nutridora, húmeda, fructífera y son estas cualidades las que la hacen femenina. Tales atributos han impulsado a incontables civilizaciones a considerar la Tierra como una gran Diosa Madre, la toda-fértil Creadora de la Naturaleza.
La Tierra regula el punto Norte de la brújula, porque es el lugar de mayor oscuridad y del invierno. Su color es el verde de los campos y las plantas. Gobierna la magia de las piedras, las imágenes, los árboles y los nudos.
AIRE
El Aire es el elemento intelecto; es el reino del pensamiento, que es el primer paso hacia la creación. En relación con la magia, el aire es la visualización clara, ordenada, pura que es un poderoso instrumento para el cambio. También es movimiento, el ímpetu que envía la visualización hacia afuera, hacia la manifestación.
Regula hechizos y rituales que involucran viaje, instrucción, libertad, obtención de conocimiento, descubrir objetos perdidos, desvelar mentiras, etcétera. También se puede usar para desarrollar las facultades psíquicas. Los hechizos que involucran al aire suelen incluir el acto de situar un objeto en el aire o dejar caer algo desde el borde de una montaña o de otro lugar elevado de manera que el objeto conecte físicamente con el elemento.
El Aire es un elemento masculino, seco, expansivo y activo. Es el elemento que sobresale en los lugares de aprendizaje, y que actúa cuando teorizamos, pensamos o ponderamos.
El Aire regula el Este, porque esta es la dirección de mayor claridad, y la de sabiduría y conocimiento. Su color es el amarillo, el amarillo del Sol y del cielo al amanecer, y su estación es la primavera. El Aire gobierna la magia de los cuatro vientos, la mayoría de las adivinaciones, la concentración y la magia de visualización.
FUEGO
El Fuego es el elemento del cambio, el deseo y la pasión. En cierto sentido, contiene en su interior todas las formas de magia, puesto que la magia es un proceso de cambio. La magia del Fuego puede ser aterradora. Los resultados se manifiestan rápida y espectacularmente. No es un elemento para el temeroso. Sin embargo, es el principal y por esta razón es muy usado.
Este es el reino de la sexualidad y la pasión. No es sólo el fuego sagrado» del sexo, es también la chispa de divinidad que brilla dentro de nosotros y de todas las cosas vivas. Es al mismo tiempo el más físico y el más espiritual de los elementos. Sus rituales mágicos suelen involucrar energía, autoridad, sexo, curación, destrucción (de hábitos negativos, enfermedad), purificación, evolución, etcétera.
Un ritual de Fuego suele involucrar ahumar o quemar una imagen, hierba, o cualquier otro objeto inflamable, o el use de velas o pequeñas hogueras. Su magia se practica normalmente junto a la chimenea, o junto a fuegos encendidos en espacios libres salvajes, o junto a la llama de una simple vela.
El Fuego es masculino. Regula el Sur, el lugar de mayor calor, el color rojo y la estación del verano. Toda la magia de las velas se encuentra bajo los poderes del fuego.
AGUA
El Agua es el elemento de la purificación, la mente subconsciente, el amor y las emociones. Así como es un fluido, constantemente cambiante, fluyendo de un nivel a otro, así también nuestras emociones están en un constante estado de flujo. El Agua es el elemento de absorción y germinación. El subconsciente está simbolizado por este elemento porque está girando, siempre moviéndose como el mar que no descansa ni de noche ni de día.
La magia del Agua involucra placer, amistad, matrimonio, fertilidad, felicidad, curación, dormir, soñar, actos físicos, purificación, etcétera. Un ritual de agua suele finalizar arrojando o situando un objeto en agua.
Este es un elemento femenino, y su color es el azul del agua profunda, profunda. Regula el Oeste y los meses del otoño, cuando los chaparrones lavan la Tierra. La magia del agua se realiza con espejos, el mar, la niebla y la lluvia.
Estos son, pues, los cuatro elementos. Un estudio completo de ellos puede ocupar toda una vida, pero estas son las bases. Aunque no es necesario invocar estos elementos o trabajar con ellos directamente, es beneficioso ser consciente de ellos y recordarlos cuando se practique la magia.
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