La
plata tiene un efecto refrescante sobre el cuerpo, es un agente antibacteriano
y esta especialmente indicada para la curación de heridas abierta y quemados.
Ayuda cuando tenemos problemas oculares. Estimula la tiroides. Ayuda a perder
líquidos y equilibrar el cuerpo en ese sentido. Cura enfermedades genitales,
mejora la fertilidad femenina y calma los nervios. Mejora la absorción de
nutrientes del cuerpo.
Un
colirio hecho con plata ya se usaba antiguamente para desinfectar heridas,
herpes, verrugas, cura las encías inflamadas, infecciones y el resfriado.
Espiritualmente
la plata es un metal que ayuda a poner nuestro espíritu en sintonía con los
ciclos de luz y luna del año. La plata es un potente liberador de las
emociones, ayuda a ser mas creativo. La plata también ayuda a los noctámbulos,
y quita tensiones a su portadores.
Es un metal precioso que mejora la eloquencia
del portador, y mejora el estado espiritual de su portador infundiendo humildad
y entrega. La plata es un potente canalizador de la piedra de luna.
Su
signo del zodíaco es cáncer y su energía es receptiva. Se
usa para el amor, psique, incubación de
sueños, serenidad contra el mal de ojo y la protección.
Por
la influencia de la luna este metal está vinculado con las emociones más profundas.
La plata estimula la clarividencia y la percepción extrasensorial, por eso es
el metal preferido de los psíquicos. Como arma de defensa la plata da
autoconfianza, crea una barrera contra el “mal de ojo” y neutraliza la malas
energías generadas tanto por personas como por ambientes, ya que retracta las
energías adversas. Además protege a la mujeres (especialmente a las que están
embarazadas o desean estarlo). Colocar una pequeña pieza de plata debajo de la
almohada provoca sueños productivos y benéficos, que pueden aportar soluciones
a un conflicto específico. El poder de este metal se intensifica si se pone en
contacto con piedras regidas por la luna, ya que este es su planeta.


























































Te conjuro, espíritu del Mal, para que no te acerques a este blog, ni a su autor, ni a su familia; y que te alejes de esta medalla de San Benito bajo cuya protección y amparo ha sido colocada; en el nombre de Dios Padre Omnipotente, que hizo el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos se contiene. Asimismo, que desaparezcan y se alejen de esta medalla toda la fuerza del Adversario, todo el poder del Diablo, todos los ataques e ilusiones de Satanás, a fin de que todos los que la usaren gocen de la salud de alma y cuerpo. Amén. Así sea.
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