La Baya del Goji (pronunciado Goyi) es una fruta desecada de un color rojo intenso, aproximadamente del tamaño de una pasa y con un sabor que podría asemejarse a una mezcla entre arándano y cereza. Crece en arbustos que pueden alcanzar una altura de 4,5 metros en los valles protegidos por las cordilleras del Himalaya, el Tibet y Mongolia. Los Hunzas, habitantes de los valles de la cordillera del Himalaya, son conocidos por ser el pueblo más sano y feliz de la Tierra. De hecho, su notable salud y su excepcional longevidad han llamado la atención de diversos investigadores. Tras varios años de observación, los expertos concluirían que su peculiar resistencia a la enfermedad y al envejecimiento se debe a las extraordinarias condiciones en las que viven, a 4.000 metros de altura y sin contaminación de ningún tipo, y a su alimentación, basada en la ingesta diaria de vegetales y de las Bayas de Goji que crecen en sus valles.
Existen en Asia abundantes leyendas sobre el Goji. Una de ellas cuenta la vida de un chino llamado Li Qing Yuen, que nació en 1678 y vivió 252 años. ¿En qué consistía el secreto de esta feliz, activa y prolongada vida? Simplemente, en el consumo diario de una "sopa" de cerezas de Goji. Dichas bayas son tan veneradas por sus propiedades nutricionales y terapéuticas que en todo Asia central se celebra cada año una fiesta en su honor que dura dos semanas, no en vano, es el alimento que utiliza la milenaria Medicina Tradicional China para recuperar el chi o energía vital.
Los médicos tibetanos las utilizan desde hace miles de años por sus extraordinarias propiedades y beneficios para la salud. Se dice que los primeros curanderos naturales surgieron en el Himalaya, y que compartieron su sabiduría con los antiguos herboristas de China, del Tibet y de la India. Uno de los secretos más apreciados de estos curanderos era la fruta del Goji. Las Bayas del Goji ya aparecen mencionadas en un tratado médico de la dinastía Tang del siglo VII y en un compendio de materia médica de Li Shizhen, de la dinastía Ming, editado en el siglo XVI. Su uso también está muy extendido en la medicina tradicional de Corea, Japón y el Tíbet..
Aún cuando se han intentado cultivar en diferentes lugares, no ha sido posible lograr las características nutricionales que hacen de las Bayas de Goji Tibetanas un alimento tan especial, exento de químicos y contaminantes. Existen muchas variedades de bayas de Goji, pero las extraordinarias propiedades corresponden a la variedad "Lycium Barbarum" que crece en las montañas del Himalaya.
Las bayas tibetanas de Goji crecen de forma salvaje y son secadas al sol de forma natural en altitudes que superan los 4000 metros. En el Himalaya se producen algunas de las condiciones climáticas más extremas de la Tierra. Las temperaturas en enero rondan los 40º bajo cero, mientras que en verano pueden superar los 30º.
A más de 4000 metros de altura, la delgada capa atmosférica (contiene un tercio menos de oxígeno que en el nivel del mar) y los largos días de sol, dan como resultado un altísimo nivel de energía solar. Para sobrevivir y florecer en estas duras condiciones, la Baya de Goji ha desarrollado unas características y propiedades únicas.
Para obtener los beneficos de consumir Bayas del Goji, bastaría ingerir a diario entre 5 y 10 gramos; es decir, entre 20 y 40 bayas. Se pueden tomar sólas o añadidas a otros alimentos como yogur, bebidas vegetales, cereales, zumos, batidos... o formando parte de diferentes recetas. Existe también en el mercado zumo de Goji y cápsulas de extracto; en el caso de que decida tomarlas en zumo, se tomarían entre 20 y 40 mililitros al día. No obstante, al ser un alimento natural, sano y sin efecto secundario alguno se puede consumir en cantidades mayores sin problemas.
A continuación os dejo un vídeo que os muestra una definición objetiva e histórica de las bayas de Goji, espero que os guste y os recuerdo de nuevo que debéis para el reproductor de la música del blog, éste se encuentra a la derecha del blog, gracias...
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