Desde la antigüedad, religión y magia han guardado una relación muy estrecha. Ambas se basan en el poder de fuerzas sobrenaturales, que al unirse tienen un poder prácticamente invencible. En América, la muestra más conocida de esta alianza mágico-religiosa es la Santería.
Con raíces el antiguo país africano de Dahomey (actual República de Benín) y desarrollada en Cuba por los esclavos que arribaron durante los siglos XVI y XVII, esta práctica se ha difundido por varios países del continente, como Nicaragua, México y Brasil, donde la llaman Candomblé.
El nombre de Santería hace referencia a los “santos” que veneran y que han surgido de la fusión entre los santos católicos y los antiguos dioses africanos, a los que se da un sentido más cercano al atribuírseles defectos propios de los humanos.
Por su gran fuerza, estos santos pueden arraigarse en el espíritu de las personas y “poseerlas”. Entre ellos destacan Ochún -que representa a la sensualidad y vanidad-; Changó, del rayo y el fuego; y Babalú Ayé, protector y sanador de epidemias y enfermedades venéreas.
Quienes llevan a cabo los rituales se conocen como santeros. Ellos realizan cuatro tipos de magia, que identifican sus poderes de acuerdo a un color. La más común es la magia blanca o “buena”, que mantiene la protección de los santos a base de limpias, amuletos, talismanes ofrendas y velas.
Así mismo, la magia roja se emplea para obtener favores especiales, lo cual implica la práctica de sacrificios entregando en ofrenda animales muertos (gallinas, pavos, cerdos).
Por su parte,se lleva a cabo la magia gris para devolverle el daño a quien nos lo ha hecho anteriormente, previo pago extra y asegurándose de que la forma física del hechizo esté cerca del que va a recibirlo. Finalmente, también existe la magia negra, pero por el llamado a las fuerzas satánicas, muy pocos santeros la practican.
Antes de cualquier culto o ritual, hay que “rezarle” a Elegguá (Santo Niño de Atocha), santo mensajero que “abre los caminos” y sin cuyo favor no se puede acceder a las demás divinidades santas.
Te conjuro, espíritu del Mal, para que no te acerques a este blog, ni a su autor, ni a su familia; y que te alejes de esta medalla de San Benito bajo cuya protección y amparo ha sido colocada; en el nombre de Dios Padre Omnipotente, que hizo el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos se contiene. Asimismo, que desaparezcan y se alejen de esta medalla toda la fuerza del Adversario, todo el poder del Diablo, todos los ataques e ilusiones de Satanás, a fin de que todos los que la usaren gocen de la salud de alma y cuerpo. Amén. Así sea.
2 comentarios:
me gusta esta pagina es bastante interesante....
ENVIAME INFORMACION DE SANTERIA O ALGUNOS BLOGS. DESEO HACERME SANTERO. DONDE EN CUBA. CUANDO. CUANTO. MI GRACIAS. negrojopublicidad@laposte.net
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