El Hoodoo es de origen africano, con elementos tomados de la sabiduría de los nativos americanos y la magia popular europea (que incluso datan de la Edad Media , tomando como referentes a Cornelio Agrippa y Alberto Magno, por mencionar algunos) que se introdujeron a la comunidad africana a finales del siglo XIX y siguen siendo populares hasta hoy en día. Además, también se incluye gran parte de la tradición de las hierbas que se encuentra en Santería. Las tradiciones de Santos y el Espiritismo de Cuba y México se ha incorporado en la práctica del Hoodoo con el tiempo, debido a los cimientos africanos de esos sistemas de creencias y prácticas.
Las creencias del Hoodoo hunden sus raíces en todo el continente americano en formas ligeramente variadas: Se encuentran varios híbridos de las religiones basadas en tradiciones africanas en toda la costa de Brasil, República Dominicana y Cuba, en la forma de Candomblé, Umbanda y Santería, entre otras. Y en el estado de Louisiana de Estados Unidos y Haití, en la forma de Vodoun o Vudú. Mientras que en el sur de los Estados Unidos, aparece el Hoodoo y su raices están en los estados de Alabama, Mississippi, Georgia, Florida y Carolina del Norte y del Sur.
El Hoodoo se establece durante los tiempos de la esclavitud utilizando las hierbas disponibles en los Estados Unidos, y tomando elementos de la antigua sabiduría de los nativos americanos.
Dado que no es una religión, como lo es el Vudú, el Hoodoo ha sido practicado por una amplia variedad de personas, sin importar su etnia o su práctica religiosa. Su atractivo reside en el hecho de que es natural, no dogmático y práctico.
El hoodoo se encarga principalmente de la bendición del hogar y de mantener el ambiente doméstico en armonía y paz, libre de intrusos indeseados, ya sean energías negativas traídas por animales, espíritus o personas.
En suma, el Hoodoo tiene que ver con la salud, la prosperidad, el amor, la suerte y la felicidad.
Para alcanzar estos fines se trabaja con hierbas, usualmente mezclándolas e introduciéndolas en bolsitas de tela llamadas de diversas formas: "mojo", "gris-gris", "bolsita de nación", etc. Pero además de los sachets, se utilizan las hierbas en forma de aceites aromáticos e inciensos. Con los aceites se puede ungir a una persona, puestos en un quemador o para ungir una vela, y abundan los nombres fantásticos tanto para los aceites como para los inciensos: "Aceite del gato negro" o "Incienso de la suerte rápida".
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