El hombre prehistórico dejó las huellas de las palmas de sus manos marcadas en las rocas por todo el mundo. Fue una de las primeras formas de arte. Aunque abundan las teorías sobre el propósito que había detrás de esta decoración, a menos que alguien invente una máquina del tiempo, jamás sabremos con certeza por qué le encantaba dejar su firma de esa manera. Una cosa es segura: nuestros sensibles antepasados habrían sido conscientes de la energía que hormigueaba en las palmas de sus manos, y habrían notado las diferencias individuales en el patrón de las líneas grabadas en ellas. Quizá los curiosos de entre los suyos estudiarían esas líneas y meditarían en el significado que podrían tener.
Desde luego, la quiromancia se menciona en los antiguos registros históricos de muchas culturas orientales, y es probable que los gitanos fueran responsables de su propagación por todo el mundo. Es particularmente popular con el pueblo gitano porque no requiere ningún equipo especial, una consideración importante para unas gentes nómadas que necesitan viajar ligeramente. Además, la quiromancia se puede practicar de manera discreta, en cualquier momento y lugar, según se presente la oportunidad. Aunque toda adivina gitana tiene su forma favorita de adivinación —el tarot, las runas, la bola de cristal—, casi sin excepción el arte de la quiromancia habrá sido lo primero que haya aprendido sentada en la rodilla de su madre.
Desde el siglo diecinueve la quiromancia se ha alzado casi hasta el nivel de una ciencia y merecería un libro en exclusiva. De hecho, se han escrito muchos sobre el tema, algunos por autores que han realizado un estudio microscópico de la mano. Aunque por lo general tienden a coincidir en el sentido de las líneas principales, estas autoridades a veces tienen opiniones que difieren en cuanto al significado de las líneas menores, al igual que sobre la forma de los dedos y las uñas.
Las manos se pueden considerar como un mapa básico de nuestra vida. Los gitanos dicen que la mano izquierda es aquello con lo que nacemos y la derecha lo que hacemos con ello. Si de vez en cuando estudiáis vuestra propia palma, notaréis que las líneas de la mano derecha cambian con el paso del tiempo.
En las palmas hay chakras menores (nadís) importantes, cuya función está conectada tanto con la recepción como con la emisión de energía de otros nadís. Por ejemplo, la energía sanadora se concentra en la palma y se emite a través de ella. Es uno de los motivos por los que resulta tan agradable sostener la mano de alguien a quien se ama, de por qué una caricia aporta confort o mitiga el dolor, por qué es bueno acariciar a una mascota, tocar un árbol, sostener una bola de cristal o pasar la mano por agua que corre.
Estos chakras de las palmas también tienen que ver con nuestro destino, y el mismo acto de tocar la mano de alguien forja un vínculo que capacita a los seres sensibles a sintonizar con el destino de la otra persona. Por ello, una gitana que lee la palma de una mano esencialmente está leyendo los chakras y emplea las líneas como guías. Así, las líneas pueden mostrar un largo viaje o un cambio de residencia en determinado momento, mientras el chakra inspirará al vidente con información más detallada acerca del viaje o sobre la razón por la que el traslado tendrá lugar. Una línea rota puede mostrar un accidente o una enfermedad, y el chakra informará sobre qué enfermedad o accidente son los más factibles de producirse.
Lamentablemente, queda fuera del alcance de este sitio ahondar en los detalles de un tema tan complejo como la quiromancia .
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