El caburé
es una pequeña ave de rapiña de color castaño con algunas manchas blancas
(especialmente en el pecho) y dos oscuras en la parte superior del cuello. Tiene
cabeza grande, patas fornidas, uñas agudas. Grandes ojos de pupila negra e iris
amarillo.
Habita
en bosques de Entre Ríos, Misiones, Río Grande del Sur, Corrientes, Paraguay y
el Chaco.
Uno
de sus métodos de caza es particularmente llamativo: se posa en la rama de un
árbol elevado, da un grito dominador, penetrante y mira rápidamente a su
alrededor. Los pájaros que se hallan al alcance de su voz todos aquellos a
quienes dirige su mirada, se aterran y entumecen. No pueden huir ni volar
sueltamente.
Al
contrario, como atraídos por un imán se encaminan hacia el caburé, que matará
dos o tres de ellos.
De
aquí que el ave haya ganado fama como una especie de magnetizador o
hipnotizador que atrae a los demás pájaros.
Y
como la magia procede por analogía, entre la gente de campo es regla que quien
tiene un caburé o al menos alguna pluma de tal ave, puede darse por satisfecho:
todo le saldrá bien. El caburé o sus plumas atraen todo cuanto hay de bueno para
el hombre. Por ejemplo, atraen la suerte en el juego y en los negocios.
Y no
solamente en términos materiales, sino también en cuestiones amorosas. En
efecto, el afortunado hombre que lleve consigo una o más plumas de caburé, será
correspondido por la más esquiva de las hermosas.
Por
supuesto que, como en todo asunto mágico, el buen resultado dependerá de la fe
que tenga el portador.
La
ornitomancia es la adivinación a través del comportamiento de los pájaros.
Existe desde los tiempos del Imperio Romano cuando ya se les atribuían
presagios del porvenir a sus cantos y vuelos. En los tiempos de Homero, se
decía que eran una especie de ángeles intermediarios entre los hombres y los
dioses y que, por lo tanto, tenían un lenguaje profético que podía descifrarse
fácilmente.
Rescatando
una sola historia de las que se cuentan, está la del gran Alejandro Magno. Se
dice que, dirigiéndose hacia el río Eufrates, no hizo caso de la señal que le
indicó insistentemente un águila. El ave apareció un día entre las nubes y se
colocó en el flanco izquierdo de su caravana acompañándolo en su camino. El
conquistador, aún sabiendo que si el ave hubiera estado a su derecha sólo
estaría augurando buenas cosas pero que en cambio la posición a su izquierda le
aseguraba algo malo, siguió omnipotente su camino sin detenerse. Unos días más
tarde contrajo una fiebre muy alta que lo llevó a la muerte. Se había cumplido
el presagio.
TALISMAN
PARA LA RULETA Y OTROS JUEGOS DE AZAR
Con
sólo tres plumas de CABURE se puede realizar un potente talismán mágico para el
juego, las plumas pueden conseguirse en cualquier tienda esotérica. las 3
plumas se envolverán en un papel con el nombre de la persona escrito en él con
tinta azul, deja luego el paquetito en un estante de tu casa sobre un billete
de cualquier valor, cuando decidas ir a jugar lleva este paquete consigo junto
con el billete. De la misma manera que el Caburé atrae hacia él a casi todos
los pájaros de la zona, sus plumas sobre el dinero ejercerán la misma
atracción. No es válido el comprar las plumas de otro pájaro.
2 comentarios:
ME ENCANTO SU PAGINA, GRACIAS POR COMPARTIR, BENDICIONES.
Gracias por derramar tantas bendiciones... me encanta estar en su pagina por que me transmite mucha paz y tranquilidad.
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