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Mi Rincón Mágico
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Desde tiempos inmemorables,
muchas personas han buscado el poder de la magia, para adquirir el
dominio sobre las demás personas, superar las limitaciones humanas, poner a su
servicio las fuerzas de la naturaleza y así, asegurar su satisfacción personal
frente a las dificultades que la vida presenta a los seres humanos.
Buscando
alcanzar el poder mágico, los alquimistas trataban de trasformar el plomo en
oro. En vano intentaron descubrir la piedra filosofal que transmutaba los
metales en oro y encontrar el elíxir de larga vida.
Todas las enseñanzas de la
magia, de la alquimia, de la filosofía o de las religiones, son realmente simbólicas
e igualmente valiosas, ya que todas, en el fondo buscan exactamente lo mismo...
llegar a conectar el centro de Amor en los estudiantes, los discípulos y
los fieles o devotos. Sin embargo, surge el fanatismo de la ignorancia del ser
humano, como un proceso también natural.
El Amor es la ley superior
de todas las leyes, es el centro al cual todas las demás fuerzas obedecen, es
la radiancia de la luz que nunca puede dar sombra, es la luz dorada del padre
que ilumina el universo desde el interior de los átomos. Su radiancia jamás
puede ser apagada, pero la ignorancia construye capas tan densas que no dejan
pasar la luz eterna del amor, igual a como las nubes no dejan pasar el calor y
la luz del sol.
La Luz Dorada del Amor irradia desde su centro en el interior
de la materia y a ella obedece toda vida y toda experiencia, mas su
irresistible poder, por no ser una fuerza, no puede ser alcanzado mediante la
fuerza. Sólo se puede llegar a ella a través de la comprensión, la paz, la
serenidad, el servicio y las relaciones. Por esta razón, muy pocos de los magos
y alquimistas lograron realmente alcanzar este poder, puesto que trataban de
forzar la naturaleza, en vez de apoyarse en ella.
El oro, la luz dorada, la
radiancia absoluta, no es necesario buscarla, no se puede encontrar, ni
transmutar lo denso en luz, puesto que la oscuridad no existe, que solo es el
resultado de no dejar pasar la luz, pero la luz no puede ser apagada y la
oscuridad no puede existir donde está la luz.
El secreto del mago es no
ceder energía interna a los objetos, personas o situaciones externas, sino
permitir que su energía alcance el nivel normal de radiancia y la frecuencia
del centro de amor. Entonces, se une a su centro superior y actúa desde
allí para sorprenderse el mago de como todas las fuerzas obedecen al amor, de
que las Leyes Universales están a su favor y todas sus facultades latentes se
van despertando paulatinamente, ante el poder irresistible del Amor. Realmente,
éste era el propósito de la magia.
El trabajo del mago consiste en aprender a
manejar su energía interna, frente a todas las situaciones del mundo externo,
de tal forma que ningún evento o circunstancia llegue a alterar su perfecto
equilibrio interno. De esta manera, el mago logra mantenerse constantemente
conectado a su propio centro de amor y entra en resonancia con los niveles
superiores del universo, y poco a poco va trascendiendo los niveles densos de
la materia.
El ejercicio de la magia requiere que el discípulo aproveche todas
las circunstancias de la vida cotidiana, y las vea como la gran oportunidad
para entrenarse en el manejo de su preciosa energía interna.
El practicante de
magia, en primer lugar desarrolla su entendimiento y reorganiza su mundo
mental, mediante el estudio de las leyes que rigen la naturaleza, la ciencia,
la tecnología, las relaciones, la filosofía y el pensamiento, para lograr -en
segundo lugar-, que su mente intelectual y lógica, acepte la importancia de
realizar una serie de ejercicios y prácticas que llevan al desarrollo de la
habilidad para manejar voluntariamente su energía, de forma tal, que finalmente
llega a conectar su centro de radiancia y convertirse en un ser iluminado, en
un Mago de Amor.
1 comentarios:
Hola, cuando el amor es genuino, resulta que cada palabra, cada silencio, cada petalo de una flor guardado entre las paginas de un libro, cada beso, abrazo, cada lluvia, cada sol, toman una forma magica, todo es perfecto, y emanan de cada detalle y de cada simplesa, formas especiales y que solo nosotros vemos cuando estamos enamorados
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