La
nigromancia es una palabra que viene del griego: necromantia. “culto a los
muertos”. Desde la antigüedad y hoy en día se la sigue confundiendo con la
magia negra (mancias negras) porque la tradujeron mal los eruditos y
confundieron necro muerto) con nigro (negro) y así creyeron que el culto a los
muertos estaba relacionado con la magia negra. Se empezó a utilizar el concepto
de nigromancia y así quedo definido.
Necromancia:
(significado) parte de la antigua astrología judiciaria, que pretendía
determinar la influencia de los astros sobre el momento de la muerte.
Los nigromantes “evocan” (solicitar la presencia de un espíritu) no
“invocan” (demanda, suplica, plegaria de ser escuchados por) espíritus. Son dos
cosas distintas.
Eliphas Levi dice que Evocar un espíritu es penetrar en el pensamiento
dominante de ese espíritu, y si nos elevamos moralmente más arriba en la misma
línea, arrastraremos a ese espíritu con nosotros y nos servirá; de otro modo
entraremos en su círculo y seremos nosotros los que le sirvamos él.
La nigromancia puede crear en efecto imágenes y figuras inexistentes a
través de la luz astral (agente mágico). Donde se evocan las formas de aquellos
que ya no están en nuestro mundo. Existen 3 clases de espíritus: cautivos,
errantes y libres.
Después de la muerte, el espíritu divino que animaba al hombre retorna solo
al cielo y deja sobre la tierra y en la atmósfera dos cadáveres: uno terrestre
y elemental y otro aéreo y sideral. Uno inerte y el otro animado por el
movimiento universal del alma del mundo. Si ha vivido bien el cadáver astral se
evapora. Si ha vivido en el crimen su cadáver astral lo va a mantener
prisionero en la tierra y va a purgar su condena aferrándose a una vida que no
posee. Si es un alma sufrida lo que querrá es encontrar un cuerpo del cual
asirse o meterse dentro de un ser vivo, a éste estado se lo llama embrionante.
Estos son los cadáveres aéreos que evoca la nigromancia. Son larvas,
sustancias muertas o moribundas, con las cuales uno se pone en relación; pueden
ordinariamente hablar y no razón pero solo son reflejos de nuestros
pensamientos o sueños.
Para ver estas extrañas formas, es necesario colocarse en un estado
excepcional que tiene algo de sueño y de muerte, es preciso magnetizarse
asimismo y llegar a una especie de sonambulismo lúcido y despierto.
La nigromancia obtiene resultados reales y las evocaciones de la magia
pueden producir verdaderas visiones. Para ver sin ilusiones, esa luz, es
preciso apartar los reflejos por medio de la voluntad poderosa y atrae solo los
rayos. Seria como soñar despierto.
Hay evocaciones de amor, odio, inteligencia, pero nada prueba, que los
espíritus abandonen realmente las esferas superiores para conversar y entretenerse
con nosotros y lo contrario es aún lo más probable. Nosotros evocamos los
recuerdos que han dejado en la luz astral, que es el receptáculo común del
magnetismo universal.
Eliphas Levi recomendaba que las personas que evocaran espíritus tuvieran
mucha reserva de entregarse a estas experiencias porque el cuerpo se fatiga,
ocurren desordenes orgánicos anormales y pueden ocasionar enfermedades.
Los muertos en vida merecen atención porque son los que tienen una locura
incurable dicen los cabalistas, lo que se llamaría muerte incompleta, pero
real, que deja al cuerpo terrestre bajo la dirección puramente instintiva del
cuerpo sideral. Cuando el alma humana sufre una violencia que no puede
soportar, se separa del cuerpo y dejaría en su lugar al cuerpo sideral. No son
malos ni tampoco buenos. No tienen amor ni afecto por nada. Y se convierten en
vampiros ya que necesitan la mitad que perdieron. Sustraen las energías de
otros para sobrevivir. Es por esta causa que ante su proximidad se entorpece el
alma y se siente frío en el corazón.
Ej. Cuando un nigromante planta un árbol, alcanza el poder de castigar y
herir a todo aquel que castigue al árbol. La causa de esto es que el espíritu
de la persona es atacado por el espíritu superior del árbol. Aunque el daño sea
imperceptible en el cuerpo de la persona lo que se daña en sí es su espíritu.
Se inflige un daño moral, para que se entienda. (Paracelso)
La nigromancia no es magia negra. Unos trabajan con espíritus y los otros
con seres innombrables. Hoy en día la trabajan los espiritistas.
Madame Blavatsky decía que era muy peligrosa la magia ceremonial y la
Cábala. Hay que tener muchísimo cuidado, uno puede perder la razón y condenar
su alma.
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