Hola amigos, hoy es mi santo y quiero que lo conozcáis y sepáis un poco más de el, a veces celebramos las fiesta de San Juan sabiendo solo su nombre, sin saber ¿quien era? o ¿qué hacia?, me pareció buena idea que a través del presente post, conozcáis a San Juan.
Juan Bautista aparece en los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas. Toda su infancia es un misterio hasta el año 27 de nuestra era, en el que empieza a predicar y bautizar. Nació seis meses antes de Jesucristo.
De la infancia de San Juan nada sabemos. Tal vez, siendo aún un muchacho y huérfano de padres, huyó al desierto lleno del Espíritu de Dios porque el contacto con la naturaleza le acercaba más a Dios. Vivió toda su juventud dedicado nada más a la penitencia y a la oración. Como vestido sólo llevaba una piel de camello, y como alimento, aquello que la Providencia pusiera a su alcance: frutas silvestres, raíces, y principalmente langostas y miel silvestre. Solamente le preocupaba el Reino de Dios.
Lucas dice de él que vivió en el desierto hasta el día de su manifestación a Israel.
La realidad es que bautizaba en la región del Jordán con el fin de limpiar los pecados de los que acudían a él. También bautizó a Jesús y lo reconoció como Mesías, cuando el Espíritu Santo descendió sobre él.
Fue quién denunció la unión incestuosa de Herodes Antipas con su sobrina Herodías, mujer de su hermano. Esto causó gran odio y Salomé, hija de Herodías, a instancias de su madre, solicitó la cabeza de Juan tras haber bailado ante el rey. Herodes le mandó ejecutar en la prisión de Maqueronte, a orillas del Mar Muerto. Después su cabeza fue ofrecida a Salomé en una bandeja de plata.
A mediados del siglo IV el sepulcro de San Juan Bautista era venerado cerca de Naplusa en Samaria. Fue profanado en tiempos del emperador juliano (361), pero San Jerónimo atestigua la persistencia del culto del Precursor en aquel lugar, siendo erigida allí mismo una basílica en el siglo VI. Su festividad se celebra el 24 de junio, este es el único santo al cual se le celebra la fiesta el día de su nacimiento.
San Juan Bautista y Jesús.
La figura de San Juan Bautista ocupa un lugar importante en el Nuevo Testamento y concretamente en los evangelios. Ha sido comentada en la tradición cristiana más antigua y ha calado hondamente en la piedad popular, que celebra la fiesta de su nacimiento con especial solemnidad desde muy antiguo. En los últimos años viene siendo centro de atención entre los estudiosos del Nuevo Testamento y de los orígenes del cristianismo que se plantean qué se puede conocer acerca la relación entre Juan Bautista y Jesús de Nazaret desde el punto de vista de la crítica histórica.
Dos tipos de fuentes hablan de Juan Bautista, unas cristianas y otras profanas. Las cristianas son los cuatro evangelios canónicos y el evangelio gnóstico de Tomás. La fuente profana más relevante es Flavio Josefo, que dedicó un largo apartado de su libro Antiquitates Judaicae (18,116-119) a glosar el martirio del Bautismo a manos de Herodes en la fortaleza de Maqueronte (Perea). Para valorar las eventuales influencias puede ayudar fijarse en lo que se sabe acerca de la vida, la conducta y el mensaje de ambos.
1. Nacimiento y muerte.
Juan Bautista coincidió en el tiempo con Jesús, seguramente nació algún tiempo antes y comenzó su vida pública también antes.
Era de origen sacerdotal (Lc 1), aunque nunca ejerció sus funciones y se supone que se mostró opuesto al comportamiento del sacerdocio oficial, por su conducta y su permanencia lejos del Templo. Pasó tiempo en el desierto de Judea (Lc 1,80), pero no parece que tuviera relación con el grupo de Qumrán, puesto que no se muestra tan radical en el cumplimiento de las normas legales (halakhot).
Murió condenado por Herodes Antipas (Flavio Josefo, Ant. 18,118). Jesús, por su parte, pasó su primera infancia en Galilea y fue bautizado por él en el Jordán. Supo de la muerte del Bautista y siempre alabó su figura, su mensaje y su misión profética.
2. Comportamiento.
De su vida y conducta Josefo señala que era “buena persona” y que muchos “acudían a él y se enardecían escuchándole”. Los evangelistas son más explícitos y mencionan el lugar donde desarrolló su vida pública, Judea y la orilla del Jordán, su conducta austera en el vestir y en el comer, su liderazgo ante sus discípulos y su función de precursor, al descubrir a Jesús de Nazaret como verdadero Mesías.
Jesús, en cambio, no se distinguió en lo externo de sus conciudadanos: no se limitó a predicar en un lugar determinado, participó en comidas de familia, vistió con naturalidad y, aun condenando la interpretación literalista de la ley que hacían los fariseos, cumplió todas las normas legales y acudió al templo con asiduidad.
3. Mensaje y bautismo.
Juan Bautista, según Flavio Josefo, “exhortaba a los judíos a practicar la virtud, la justicia unos con otros y la piedad con Dios, y después a recibir el bautismo”. Los evangelios añaden que su mensaje era de penitencia, escatológico y mesiánico: exhortaba a la conversión y enseñaba que el juicio de Dios es inminente: vendrá uno “más fuerte que yo” que bautizará en espíritu santo y fuego.
Su bautismo era para Flavio Josefo “un baño del cuerpo” y señal de la limpieza del alma por la justicia. Para los evangelistas era “un bautismo de conversión para el perdón de los pecados” (Mc 1,5). Jesús no rechaza el mensaje del Bautista, más bien parte de él (Mc 1,15) para anunciar el reino y la salvación universal, y se identifica con el Mesías que Juan anunciaba, abriendo el horizonte escatológico.
Y, sobre todo, hace de su bautismo fuente de salvación (Mc 16,16) y puerta para participar de los dones otorgados a los discípulos.
En resumen, entre Juan y Jesús hubo muchos puntos de contacto, pero todos los datos conocidos hasta ahora ponen de manifiesto que Jesús de Nazaret superó el esquema veterotestamentario del Bautista (conversión, actitud ética, esperanza mesiánica) y presentó el horizonte infinito de salvación (reino de Dios, redención universal, revelación definitiva).
Oración a San Juan Bautista.
“Gloriosísimo San Juan Bautista, precursor de mi Señor Jesucristo, lucero hermoso del mejor sol, trompeta del Cielo, voz del verbo eterno, sois el mayor de los santos y abanderado del Rey de la Gloria; más hijo de la gracia que de la naturaleza y por todas las razones, príncipe poderosísimo en el Cielo; Otorgadme el favor que os pido, si fuere conveniente para mi salvación; y si no para mi perfecta resignación, con abundante gracia; que haciéndome amigo de Dios, me aseguré las felicidades eternas de la Gloría. Amén.”
Santiago Ausín
Bibliografía: Joachim Gnilka, Jesús de Nazaret. Mensaje e historia (Herder, Barcelona 1993); A. Puig, Jesús. Una biografía (Destino, Barcelona 2005)
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