Nadie sabe realmente cuánto tiempo le toma a un cristal, tomar su forma definitiva. Algunos geólogos dicen que miles de años, mientras que otros dicen que, a partir de una combinación de elementos adecuados y en condiciones específicas, la mayoría de los cristales se pueden formar en cuestión de minutos. No todo el mundo está de acuerdo es que las formaciones minerales cristalinas son especiales, no sólo por la belleza, sino por los poderes extraordinarios que se asignan a ellos por muchos investigadores. La mayoría de los cristales formados en el magma, en la capa interna de la Tierra, está compuesta de gases incandescentes y los metales en estado líquido a alta temperatura. Cuando esta masa de roca se enfría por completo, los átomos que la componen dan forma a los cristales, y las configuraciones simétricas, en su mayoría con algún grado de transparencia.
Algunos cristales se forman en las cavidades volcánicas que son “fallas” en la lava enfriada después de la erupción de los volcanes. Otros se forman por la acumulación de sales en las playas, ríos o causes de agua subterráneos. La lenta erosión de las rocas causado por el trabajo de viento, agua y hielo, hace que los elementos como el carbono sean liberados y se agrupen en circunstancias muy especiales y así surgen también algunos cristales.
La forma de los cristales también nacen cuando se encuentra bajo fuerte presión. Los terremotos y los pequeños movimientos en la superficie de las rocas. Allí, los cristales son muy comprimidos y ganan una resistencia increíble, a través de un proceso conocido como re cristalización. Y es así que nace por ejemplo el diamante, el más duro de todos los minerales de la tierra. Para tener una idea de la presión que sufren los diamantes antes de quedar “listo”, basta saber que la única gema del tamaño de su dedo menor, estén concentrado más átomos de carbono, que es el principio químico de la vida.
Algunos cristales se forman en las cavidades volcánicas que son “fallas” en la lava enfriada después de la erupción de los volcanes. Otros se forman por la acumulación de sales en las playas, ríos o causes de agua subterráneos. La lenta erosión de las rocas causado por el trabajo de viento, agua y hielo, hace que los elementos como el carbono sean liberados y se agrupen en circunstancias muy especiales y así surgen también algunos cristales.
La forma de los cristales también nacen cuando se encuentra bajo fuerte presión. Los terremotos y los pequeños movimientos en la superficie de las rocas. Allí, los cristales son muy comprimidos y ganan una resistencia increíble, a través de un proceso conocido como re cristalización. Y es así que nace por ejemplo el diamante, el más duro de todos los minerales de la tierra. Para tener una idea de la presión que sufren los diamantes antes de quedar “listo”, basta saber que la única gema del tamaño de su dedo menor, estén concentrado más átomos de carbono, que es el principio químico de la vida.
Los cristales tienen un acumulación de energía, que se puede emplear para curaciones, prosperidad, amor y hasta el equilibrio emocional de nuestras vidas.
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