La apelación ágata se refiere solamente a la calcedonia translúcida cuyo color está distribuido en bandas curvilíneas o en capas.
El ágata se forma gracias a la circulación del agua subterránea próxima a una saturación de silicio, llenando así la cavidad de una roca o disolviendo algún material preexistente como huesos o conchas. Como consecuencia de esto, el ágata se encuentra frecuentemente en estado de nódulos redondeados con bandas concéntricas como las del tronco de un árbol.
Estas bandas se asemejan a veces a unos ojos, a conchas o incluso a paisajes con árboles y ramas. Esta última variedad es llamada “ágata musgo”.
El nombre de ágata viene, a través del latín, de una palabra griega que designa el río “Achates”, en Sicilia donde este material fue encontrado en grandes cantidades en aquella época.
El ágata fue uno de los primeros materiales conocidos por el hombre y según las leyendas, volvía a su portador amable y persuasivo. Se ha dicho que el ágata aliviaba el insomnio y procuraba dulces sueños.

Los persas, los árabes y otros pueblos de Oriente utilizaban el ágata, principalmente como sortijas de sellos, sobre las cuales estaba grabado un versículo del Corán, el nombre de su propietario o algún símbolo o fórmula mágica que protegía a su portador de una gran cantidad de males.

El Ágata, mejor conocida como la piedra astral o la piedra de los dones. Según el color de la piedra proyecta o capta diferentes energías. También según su color se la relaciona con un elemento, el Fuego si las bandas son rojas u oscuras; Tierra si las bandas son blancas en tonos de verde y con el Agua si las bandas son azules.
Se la relaciona con el aroma del Olíbano, una resina o incienso utilizado en Somalia, donde se la reconoce como el verdadero incienso. Por su pluralidad de colores tiene varios usos mágicos pero en general se puede decir que el Ágata es útil para dar fuerza al cuerpo y la mente, facilita la capacidad de discernimiento y a aceptar las circunstancias. Es una poderosa sanadora que se aconseja para las personas con depresión.
Si es el Ágata con bandas, proyecta energía. Es una piedra protectora que alivia las tensiones en las situaciones difíciles.

La piedra blanca y negra es receptora de energía. Es un amuleto protector contra los peligros físicos. La de bandas azules, también es receptora de energía. Ofrece la sensación de paz y tranquilidad. Sostenida con la mano libera las tensiones, colocada en el escritorio se puede mirar cuando la situación apremia. Para que libere las tensiones en la familia se le puede hacer un pequeño altar con velas azul pálido.
La piedra parda o tostada, proyecta energía. Es la que se utiliza para vencer en las batallas o empresas y como talismán para atraer riquezas. Para algunas culturas es la que repele el mal de ojo.

El Ágata musgosa o verde oscura, es la que recibe energías y se la utiliza para todo lo relacionado con la naturaleza. También tiene poderes curativos ya que alivia los dolores y mejora la autoestima. Es la piedra para ideal para los tímidos que no logran hacer nuevos amigos.
Para finalizar el Ágata roja es la que fomenta tranquilidad y paz. Es la piedra de los lazos de sangre y la protección contra las invasiones al físico.
1 comentarios:
Que curioso y maravilloso el poder de un tesoro tan grande como las piedras.Gracias por este interesante aporte querido amigo.Bendiciones para este nuevo entrante fin de semana.
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