La lobelia es una planta herbácea anual o bianual, de hoja perenne cuyo follaje se presenta de manera alterna y normalmente con bordes dentados en forma de sierra. Las flores, cuya corola está provista de un labio inferior trifidocolgante y el superior formado por dos segmentos estrechos, aparecen en abundancia pero suelen ser solitarias y poseen una gama cromática bastante amplia que incluye al azul, amarillo, blanco y al rojo.
La lobelia pertenece a la especie de las lobeliáceas y es oriunda de Sudáfrica y América. Fue introducida en Europa hacia mediados del siglo XVIII. Esta especie le debe su nombre al médico y botánico holandés Matthias Von Lobel, que vivió en el siglo XVI.
Es una planta muy utilizada por sus propiedades medicinales como expectorante, sedante, antiespasmódico, discretamente laxante y diurética. Es el ejemplar perfecto para las rocallas, aunque también se adapta sin problemas a vivir en nuestros balcones y terrazas dentro de una maceta.
Los ejemplares de lobelia requieren de un clima templado y ser abonados cada 15 días a partir del último mes de la primavera. La tierra en la que se cultivan las semillas es imprescindible que sea porosa y fértil, y es suficiente con que posea un pH neutro. Los meses en los que disfrutaremos de sus flores son los que comprenden la época estival.
Para conseguir que los ejemplares de esta planta crezcan lozanos y sin problemas, lo idóneo será regar con cierta asiduidad para mantener el suelo húmedo y fresco, pero con cuidado porque tan dañino es encharcarlo como dejarlo secar. Se trata de plantas que pueden estar expuestas tanto parcial como directamente a los rayos de sol.
Si desea multiplicar una lobelia deberá plantar sus semillas en cajones hacia finales del invierno para trasladar las plántulas nacidas a partir de las semillas en primavera.
0 comentarios:
Publicar un comentario