Símbolo: El Toro: Representa la estabilidad la permanencia, los bien plantados sobre la tierra.
Planeta regente: Venus.
Elemento: Tierra: Se le asocia con la paciencia, la determinación, lo práctico y la sensualidad en la intimidad.
Cualidad: Fijo: Determinación y persistencia.
Color: Rosa.
Metal: Bronce.
Parte del cuerpo: El cuello, la nuca y la garganta.
Frase clave: Yo Tengo.
Palabra clave: Estabilidad.
20 de abril - el 20 de mayo
20 de abril - el 20 de mayo
A Tauro les rige el Planeta Venus, son alegres, populares y de rápido entendimiento. Buscan seguridad, tranquilidad. Son callados y se puede decir que dóciles y humildes. Hablan usando muy bien las palabras, aunque a veces suelen ser hirientes. Los nativos de Tauro no soportan las mentiras, las intrigas, indecisiones ni los cambios rápidos e imprevistos. Poseerán habilidades manuales y artísticas. Los pertenecientes al signo de Tauro saborean la vida intensamente y se adaptan a todos los ambientes. Se toman el tiempo necesario para realizar sus proyectos, y cuando los consigue los resultados son magníficos y muy sólidos. Para estar bien consigo mismo precisan tranquilidad y, sobre todo, estabilidad.
Como todos los signos de tierra, Tauro está interesado en el mundo de lo tangible, ya que este signo está siempre conectado con el mundo material. Sigue a Aries, el primer signo del zodiaco y desea convertir las energías, impulsos e ideas de Aries en algo concreto.
Lo hace aprovechando la energía y protegiéndola para evitar cualquier perdida inútil. Tauro se mueve por el principio de la utilización porque valora todo lo que es físico y esto le puede hacer parecer materialista.
Una forma de comportamiento del signo Tauro consiste en que una vez decide hacia qué objetivo dirigirse lo hace con fuerte voluntad. Actúa de una forma sistemática y firme, rechazando todo aquello que lo desvíe de su propósito.
El signo Tauro cuando actúa bajo criterios físicos o materialistas intenta obtener dinero, posesiones y propiedades. Acumula sustancia a ese nivel; sin embargo, si tiene aspiraciones mentales o espirituales verterá todo su poder creativo en ellas. Como comprende el valor de las cosas, tiene la capacidad de hacer realidad todo lo que desea.
Leyenda de Tauro:
Tauro fue el toro en el que se transformó Zeus para raptar a Europa. Europa era hija de Agenor y Telefasa, siendo su padre descendiente de Zeus y a su vez hijo de Poseidón. Zeus al verla se enamoró de ella y quiso seducirla llevándola en su blanco lomo. La llevó a Creta donde se unieron y más tarde tuvo tres hijos de Zeus, Minos, Radamantis y Sarpedon.
Zeus se enamoró de Europa y envió a Hermes para conducir el ganado de Agenor a la costa de Tiro, donde solía pasear Europa con sus compañeras, y él mismo se unió al rebaño transformado en un toro blanco como la nieve con dos pequeños cuernos entre los cuales había una raya negra. A Europa le encantó la belleza del toro y al comprobar que era manso comenzó a jugar con él poniéndole flores en la boca y guirnaldas en los cuernos, y finalmente se subió en su lomo y paseó por la orilla del mar. De pronto Zeus se zambulló en el agua y comenzó a nadar mar adentro mientras Europa se agarraba aterrorizada a sus cuernos con una mano mientras sostenía un cesto con flores en la otra. Zeus llegó hasta la costa cretense de Cortina donde violó a Europa y tuvo con ella tres hijos, Minos, Radamantis (que con Eaco llegaron a ser posteriormente los jueces del Tártaro) y Sarpedón.
En Tauro hay dos cúmulos estelares muy famosos: Las Pléyades y Las Híades.
Orión persiguió con fines amorosos a las siete Pléyades (Alcyone, Celaeno, Electra, Taigeta, Maia, Estérope y Mérope), hijas de Atlas y de Pléyone (que también forman parte del cúmulo). Ellas huyeron a través de las praderas de Beocia hasta que los dioses las transformaron en palomas y las pusieron entre las estrellas; y Orión fue mortalmente picado por un escorpión. Dice Plinio que el orto helíaco de las pléyades, en Mayo, marcaba el inicio de la temporada de navegación y el ocaso helíaco marcaba el final, cuando comenzaba a soplar un viento bastante frío del norte.
Dionisio era hijo de Zeus y de Sémele (hija de Cadmo rey de Tebas), aunque otras versiones lo hacen hijo de Zeus y Perséfone (Proserpina) antes de que fuera llevada por Hades al mundo subterráneo. Para que pudiera huir de los celos y la venganza de Hera, Hermes lo transformó temporalmente en un chivo (o carnero) por orden de Zeus y se lo regaló a las ninfas Macris, Nisa, Erato, Bromia y Bacque, que lo cuidaron en una cueva del monte Nisa, donde posteriormente Dionisio inventó el vino por lo que es tan famoso. Por este servicio Zeus colocó a las ninfas entre las estrellas con el nombre de Las Híades.
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