Hola a tod@s de nuevo chic@s, como ya os comenté en la página del Facebook, últimamente ando algo liado y hoy me animé para colgar este nuevo post que hoy trata de un libro, concretamente de una saga compuesta por tres libros:
Crónicas del mago negro 1: El gremio de los magos.
Crónicas del mago negro 2: La aprendiza.
Cronicas del mago negro 3: El gran Lord.
La protagonista principal de la historia es Sonea, una joven huérfana que vive con su tía y que proviene de un barrio bastante malo. Desde siempre se ha mezclado con ladronzuelos, pillos, caraduras... Lo mejor de lo mejor. Su tía intenta hacer que la chica lleve una vida mejor y consiguen pasar un tiempo dentro de las murallas de Imardin. La ilusión les dura poco tiempo porque poco después empieza
De esta fantástica tarea se ocupan los magos de Kyralia. Una de sus principales funciones es asustar/intimidar/vigilar a los más pobres y precisamente en uno de estos eventos es donde comenzará el cambio radical de vida de Sonea.
La expulsión de sus tíos de la casa. El destierro. El enfado. La persecución. La ira. Todo eso hace que Sonea sienta tremendos deseos de vengarse de los magos. Mete la mano en su bolsillo y encuentra una piedra. Pide un deso con todas sus fuerzas: que la piedra atraviese la barrera mágica y le alcanze a alguno en la cresta. Y... ta-chán, deseo concedido.
La escritora de la saga, Trudi Carnavan vive en Melbourne, Australia. Su primer relato, Whispers of the Mist children, ganó el premio Aurealis, lo que la animó a escribir las Crónicas del mago negro, un gran éxito mundial que se a traducido a dieciocho idiomas y a vendido más de un millón y medio de ejemplares.
Os va a encantar, yo ya leí el primer libro, espero que os guste a vosotr@s, aunque sospecho que sí, no os quepa la menos duda…
Os dejo los link de los libros para que os lo descarguéis, que lo disfrutéis:
Te conjuro, espíritu del Mal, para que no te acerques a este blog, ni a su autor, ni a su familia; y que te alejes de esta medalla de San Benito bajo cuya protección y amparo ha sido colocada; en el nombre de Dios Padre Omnipotente, que hizo el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos se contiene. Asimismo, que desaparezcan y se alejen de esta medalla toda la fuerza del Adversario, todo el poder del Diablo, todos los ataques e ilusiones de Satanás, a fin de que todos los que la usaren gocen de la salud de alma y cuerpo. Amén. Así sea.